En una investigación que aún no ha concluido y que se desarrolla en América, Europa y Australia, Summit determinó que el origen de la filtración se encontraba en la localidad de Posadas, en el norte de Argentina, y señaló a Daiana Santia como la principal “hacker” en ese delito de piratería.
El estudio ya ha emprendido acciones legales contra Santia y otras personas cuyos nombres no han trascendido, tanto en un tribunal de Los Ángeles, en California, como en una corte del país sudamericano.
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